Si buscas equilibrio entre vida y trabajo, no emprendas

El balance entre la vida y el trabajo cuando se está emprendiendo no existe. 

En mi experiencia, las personas que opinan lo contrario es porque:

• Están trabajando dentro de una empresa.

• Decidieron tener un negocio orientado al estilo de vida.

• Nunca han emprendido.

Y ojo, no digo que haya más valor personal en una opción u otra. Sin embargo, en los últimos meses he notado cierta angustia en emprendedores y emprendedoras que conozco, porque quizás sienten que están trabajando demasiado y no cumplen con el famoso lema del "equilibrio entre vida y trabajo".

Este debate lleva tiempo resonando, y creo que esto se debe a que la mayoría de las personas no disfrutan su trabajo; por ende, la palabra "trabajo" está asociada con ese esfuerzo que no disfrutas.

Eso sí, antes que nada, aclaro que me refiero a emprender en el área de tecnología, en donde emprender en sí es un gran privilegio. Ese es mi caso: la cantidad de privilegios a los que tengo y he tenido acceso son enormes.

Pero finalmente, si emprender en tecnología no es impuesto, sino una elección, me resulta raro que alguien que emprende haga esta diferenciación.

En general, mi opinión de que no creo que exista el balance entre vida y trabajo no proviene de lo que alguien me contó, sino de mi propia experiencia y de lo que veo y escucho cada semana.

El balance no puede existir, al menos no hasta una etapa muy, muy posterior. Cuando inicias o escalas una empresa, no solo te demanda estar físicamente en un lugar, sino algo más: tu tiempo mental.

Seguro que esto te suena familiar:

• Te despiertas y estás pensando en asuntos de tu empresa.

• Estás comiendo y estás pensando en asuntos de tu empresa.

• Sales a caminar y estás pensando en asuntos de tu empresa.

• Estás en una fiesta y estás pensando en asuntos de tu empresa.

También, hay algo que muchas personas no toman en consideración. Para algunos es obvio, pero no para todos: emprender para muchos es más que un trabajo, es un hobby.

A algunas personas les gusta pintar, a otras el cine, a otras coleccionar cosas. Trabajar puede ser en sí un hobby. Esto no quiere decir que sea el único, pero si estás emprendiendo y resulta que tu gran hobby, además de otros que tengas, es trabajar, ¿qué mejor?

Aunque, es importante aclarar que el hecho de considerar algo como un hobby no significa que se disfrute todo lo relacionado con él.

De niño, me gustaba jugar fútbol y eventualmente me uní a un equipo. Sin embargo, nunca me gustaron los entrenamientos; ya fuera porque tenía que correr más de lo que quería o porque a veces hubiera preferido jugar videojuegos.

Pero ambas experiencias forman parte del hobby: tanto lo que disfrutaba como lo que no.

Finalmente, el mensaje no debe ser confundido con trabajar por trabajar, debes trabajar de manera inteligente. Pero si más del 90% de los emprendimientos fracasan antes de cinco años, no sobrevive quien trabaja inteligente o quien trabaja duro, sino quien trabaja duro e inteligentemente.

En resumen, si disfrutas lo que haces y lo consideras parte de tu pasión, el equilibrio entre vida y trabajo se vuelve una integración natural. El emprendimiento es un camino exigente, pero gratificante para quienes lo viven como una extensión de sí mismos.

Contenido escrito por: Alan Arguello

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