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El problema de los programas de aceleración 💩
Lo que nadie te cuenta sobre entrar a aceleradoras
En 2005 surgió el primer programa de aceleración independiente para empresas de tecnología emergentes: Y Combinator, que hasta ahora mantiene el estatus de ser el programa más prestigioso del mundo.
Desde entonces han surgido innumerables programas con diferentes ofertas como Techstars, 500, SOSV, Indie Bio, Sequoia Arc, Greylock Edge, Neo, HF0 y muchos más.
Además de otro tipo de organizaciones que tienen un objetivo similar, como Endeavor, YPO, EO, Thiel Fellowship, 776 Fellowship, Sigma Squared, START Global, buildspace, The Residency, entre muchas otras, incluida Torrenegra Organization.
Desde hace 2 años y medio he estudiado de cerca varios programas, y ahora, construyendo Torrenegra Organization, siempre tengo la curiosidad de conocer cómo otros programas funcionan y qué le aportan a los y las emprendedoras.
Esto lo he hecho viendo desde afuera cómo se manejan, preguntando a directores de programa y, más importante, consultando a personas que hayan pasado por el programa para conocer su experiencia detrás: ¿qué te fue de ayuda de este programa?
Las dos respuestas más comunes que he escuchado en este tiempo son las siguientes:
El programa en verdad no me fue de mucha ayuda; si no fuera por la inversión que nos dieron, no sé si habría alguna diferencia en mi empresa.
Fuera de las sesiones del programa, lo que más me ayudó fueron las personas que conocí durante el mismo.
Los programas y las falsas expectativas
Desde afuera muchos programas parecen ser cosa de otro mundo, y da un FOMO (Fear of Missing Out) increíble.
Por ejemplo: Entrar a Y Combinator, de donde han salido empresas como AirBnB, Stripe, Twitch y muchas más, obviamente da cierto morbo y curiosidad por formar parte de eso, de ser uno de esos y esas emprendedoras que logran cosas gigantes.
Esto mismo aplica para otros programas; parecen inalcanzables hasta que logras entrar y, ¡oh sorpresa!, te das cuenta de que no hay nada del otro mundo. No hay respuestas mágicas a tus problemas; tú debes encontrarlas.
Esto último es la falsa expectativa más grande que nos contamos: creemos que porque estaremos mentoreados por estos y estas grandes emprendedoras obtendremos las respuestas que necesitábamos, pero eso no es así, no existe.
Esto mismo lo he notado una y otra vez este año en Torrenegra Organization - y sí, sé que hay muchas cosas que podemos mejorar - pero mucha gente se sorprende de que el trabajo lo tienen que hacer ellos, y que no tenemos respuestas mágicas.
Una retroalimentación que me han dado repetidas veces es: “Sería genial tener un plan de trabajo, en donde sepa qué acciones seguir para crecer nuestra empresa”.
Esto, en mi opinión, sería un grave error, y uno que cometen a veces mentores de programas; el porqué lo explico más abajo.
Pero es aquí donde surge la pregunta: si me estás diciendo que solo me van a dar opiniones o sugerencias, entonces ¿realmente vale la pena entrar a un programa? Ya sea a cambio de equity o pagando.
No deberías formar parte de un programa
El problema raíz es que muchos vemos el programa como un fin y no un medio. Y dado que una vez que entras a un programa ves que realmente no hay respuesta final, obtienes muchas opiniones, pero de nuevo todo lo tienes que hacer tú: encontrar las respuestas de cómo crecer tu empresa, de cómo solucionar problemas.
Entonces no parece ser de mucha ayuda, ¿cuánto realmente vale la pena?
Hace años que muchas personas cuestionan si realmente entrar a Y Combinator vale la pena, dado que objetivamente, a estándares de Silicon Valley, el equity que cedes a cambio de $500 mil dólares es alto. Y no es algo único; de absolutamente todos los programas he escuchado buenos, malos y neutros comentarios de sus mismos alumni.
La realidad es que objetivamente un programa está lejos de ser una necesidad. Sí es de ayuda, pero tú mismo(a) busca: la gran mayoría de empresas gigantes de hoy no formaron parte de ningún programa.
El año pasado, una de las personas a quienes más acudí en repetidas ocasiones en busca de consejos es Danielle Strachman, la cofundadora de la Thiel Fellowship y ahora de 1517 Fund.
Ella fue de las personas que vio nacer y crecer proyectos como Figma, Ethereum, Longevity Fund y OYO Rooms, dado que sus fundadores formaron parte de la Thiel Fellowship.
I was at the Thiel Fellowship alumni reunion at Miami this weekend 🚀
Interesting facts I was told:
251 Thiel Fellows
30+ unicorns
8 billionaires
If they had invested $100K in every Thiel fellow (vs a grant) they would have an 81X return.✅ school is not the only way.
— Pamela Valdés (@PameVls)
10:46 PM • Apr 23, 2023
Lo que más me sorprendió es que:
La Thiel Fellowship no tiene ningún programa. Básicamente, te dan $100 mil dólares como grant y te dicen: haz lo que creas más conveniente con ese dinero.
Está en contra de programas como Y Combinator. No por las personas que te apoyan en el mismo, sino porque para ella es un grave error tratar de decirle a un emprendedor o emprendedora cómo hacer una empresa, algo que hasta cierto punto puede pasar en estos programas en ciertos momentos.
Después de 15 años liderando distintas iniciativas me dejó en claro que:
Lo más importante de un programa no es dar respuestas, sino brindar un espacio en donde puedan rodearse de personas con objetivos similares.
No ser una niñera. Los y las mejores emprendedoras saben autogestionarse y pedir ayuda muy bien; no necesitas estar tú detrás de ellos. Si el emprendedor o emprendedora necesita a un mentor que cada semana lo haga mantenerse responsable de sus metas, entonces debería reconsiderar emprender.
Y aunque sigo en el proceso de aprendizaje y mi opinión puede cambiar, al día de hoy le doy la razón. Aunque sí añadiré un punto que es:
Los programas te ayudan a ser más ambicioso. No por el programa en sí, sino que esto va relacionado con la palabra comunidad que mencionaré adelante.
En general, el conocimiento táctico de un programa lo puedes obtener estando o no dentro de uno, probablemente solo viendo los videos de YC Startup School que es completamente gratuito.
De hecho, en el ecosistema noto un problema contrario: los turistas de aceleradoras, esos y esas emprendedoras que se la pasan saltando de un programa a otro, de un concurso a otro.
Hoy aconsejaría pensar dos veces antes de entrar a un programa más, si es que ya has estado en otros.
The Buzzword “Community”
Eso sí... hay algo en lo que más del 90% de directores de programa y alumni destacan: comunidad.
“Buzzword” significa una palabra que muchas personas repiten solo porque sí, porque está de moda, porque es cool. Como lo es hoy decir que tu empresa hace “AI”, ¿qué es eso? Ni quienes lo dicen saben.
Comunidad es una de esas palabras que se ha sobreusado, y por eso es fácil caer en que de lo que se habla es bullshit.
El problema de estas buzzwords en las empresas es que están relacionadas con cosas que pueden o no ser verdaderas. Por ejemplo, voy a poner nuestro caso, si te digo:
Paga $2,550 dólares, y a cambio de eso gran parte de lo que vas a obtener va a ser acceso a una gran comunidad como lo es en nuestro caso.
Es natural, y de hecho racional para mí, que el primer pensamiento sea: ¿qué mamada de “comunidad“ es esa? ¿Cuál es el ROI de esto? ¿En qué y cómo me va a beneficiar?
Lo peor aún es la respuesta a eso, que es: no lo sé, simplemente pasará, lo notarás en el tiempo, pero no hay una métrica que te pueda dar de cómo esto te va a ayudar.
Y que de hecho parece ser que es lo que obtienen las personas de nuestro programa
Esto no es nada nuevo, es la respuesta más común que escucho y obtengo una y otra vez de diferentes programas en todo el mundo. Y que, a nivel personal, también fue lo que más me ha apoyado hasta el día de hoy.
Y aun así, repito, antes de entrar a un programa, cuestiónate si realmente lo necesitas.
Finalizo con la pregunta: ¿qué experiencia has tenido tú? Si tienes alguna opinión por compartir u opinión contraria, me encantaría conocerla. Puedes escribirme a [email protected]
Contenido escrito por: Alan Arguello
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